sábado, 31 de mayo de 2014

JUAN ANTONIO MURIEL, NO ME DEJES A SOLAS




                 

Ando entre sueños furtivo, en un mundo extraño,
con mi alma de fugitivo burlando al desengaño.
Esta vez fui atrapado en mi propio juego,
yo que vivía feliz al otro lado del miedo.

No me dejes a solas, ya ves,
aunque quiera no puedo.
No me dejes a solas, no sé
salir del agujero.


Dame un poco de celos que no me queda ni envidia;
tal vez con tu perfidia se reavive mi fuego.
De otros labios ajenos cuéntame maravillas,
para que tu saliva tenga sabor a veneno.

No me dejes a solas, ya ves,
aunque quiera no puedo.
No me dejes a solas, no sé
salir del agujero.


Siempre tuve la coartada para escapar de la vida;
tanto busqué la salida que ahora no encuentro la entrada.
O es que confundí el edén con el limbo traicionero.
No me dejes aquí sin ti, perdido al otro lado del tiempo.

No me dejes a solas, ya ves,
aunque quiera no puedo.
No me dejes a solas, no sé
salir de este agujero.


No me dejes a solas.
No me dejes a solas.

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